sábado, 10 de marzo de 2007

El Anillo

(Historía leida por ahí)

- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

- Cuánto lo siento muchacho -le dijo el maestro -no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Si quisieras ayudarme tú a mi, yo podría resolver mi problema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar. - Encantado, maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez sus necesidades eran postergadas.

- Bien-, asintió el maestro. Tengo que pagar una deuda y solo poseo este anillo. Vete al mercado y véndelo, pero no aceptes menos de una medalla de oro por él.

El joven tomó el anillo y partió al mercado. Cuando dijo que el mínimo era una moneda de oro, la gente se le rió en la cara, pues lo encontraban demasiado caro.

- Maestro -dijo al regresar- lo siento, no se puede conseguir lo que me pediste. No creo que podamos engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Qué importante lo que dijiste, joven amigo -contestó sonriente el maestro.

-Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Ve adonde el joyero y pregúntale cuanto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle mas que 58 monedas de oro por su anillo. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por el cerca de 70 monedas, pero no sé... si la venta es urgente...

El joven corrió emocionado a la casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-; tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, solo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Todos somos como esta joya, valiosos y únicos y andamos por los mercados de la vida pretendiendo que gente inexperta nos valore. Siempre recuerda lo mucho que tú vales, aunque quizás, algunas personas a tu alrededor no te lo demuestren. Nadie te puede hacer sentir inferior sintu consentimiento.

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